Magia sería verte una vez más, sentir el río luminoso de tu mirada sumergirse en mí, arrasar mi corazón y devolverme como un rayo de dicha a la vida. Magia sería sentir otra vez el placer a flor de piel, a orillas de todo lo que tus ojos tocan. Magia sería saber que al fin me ha encontrado la mirada que he buscado toda mi vida.