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Mostrando entradas de julio, 2020

Ciudad sin ella

Esta lluvia constante, este frío que se cuela por  los sue ñ os, este gris silencioso que se convierte  en paredes y calles solitarias, esta ciudad sin ella y llena de gente, desbordada de soledades que se buscan, soy yo.

Amor en el exilio

Ése que camina con las manos en los bolsillos tratando de no pensar, de no sentir, procurando no dejar que se filtre su recuerdo en la memoria para no morir, para no llorar, esta ausencia de vida en su vida bajo esta lluvia de soledades también soy yo, exiliado del amor.

Una mujer me sueña

En un lugar al que mis sueños aún no llegan una mujer que sueña conmigo me espera. En este instante en que la presiento, en algún lugar de sus  sueños  mis sueños intuyen que ella sabe que la estoy buscando. Un día mis sueños serán sus sueños, y los suyos los míos, y seremos uno siendo dos.

Lluvia de julio

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Desde las diez de la noche no ha parado de llover. No es una lluvia fuerte, pero sí continua. La temperatura ha bajado. Refresca. Estoy solo. Daniel está en su apto de Colonia. Patricia se fue al apto de Steffi en Bad Godesberg a estrenar una olla que cocina de todo. Se queda a dormir allá. Yo estoy viendo televisión. Netflix, mejor dicho. Pero el sonido de la lluvia cayendo me recuerda que hace a ñ os no camino bajo la lluvia. Así que sin dudarlo bajo las escaleras. Voy descalzo. En casa siempre estoy descalzo. Abro la puerta de la entrada y me lanzo a la lluvia. A caminar sobre el pasto húmedo. Está semi oscuro. Un carro pasa y alumbra la calle. La lluvia cae sobre la ciudad y el jardín. Canta a la vida. Cierro los ojos y alzo la cabeza. Extiendo mis brazos y dejo que la lluvia caiga sobre mí. Que me empape. Qué placer. Ser viejo y disfrutar como un ni ñ o. Estoy bajo la lluvia fría, deliciosa. El calor de los últimos días se evapora. Volver a sentir la lluvia, la vida y

Entre tú y yo

Entre tú y yo está el amor como un fino hilo de sueños que nos ata a la vida. 

Si pudiera

Si pudiera salvar algo de esta vida, salvaría el momento en que fuimos uno, en que nos quitamos las máscaras, en que fuimos un sólo río de sueños. Si pudiera salvar algo de esta vida, te salvaría a ti, porque cuando más lo necesitaba me salvaste sin pedir nada a cambio. 

Lo que me habla de ella

Habito su silencio, su invierno, sus recuerdos, su verano, su ausencia en el otoño de mi existencia. Parece que no estuviera muerto, porque me despierto, salto de la cama, me ducho y salgo a la vida en busca de lo que me hable de ella. Pero sólo es su ausencia que habita cada vez más este cuerpo echado a la soledad, este recuerdo que soy y que es lo poco que queda de mí.

Recuerdo de amor

Recuerdo que el amor nos cubría como olas que llegan a la playa y el deseo era como una tempestad que todo lo arrasaba; y éramos el amanecer enamorado en brazos del otro. Pero también recuerdo que a veces me olvidabas y me convertías en desierto, en casa vacía, en paréntesis, en silencio entre dos mundos. No sabré si soñaste conmigo ni por qué no regresaste, sólo me queda el recuerdo  de la angustia de ese que fui de si llegarías con la lluvia que nos enamoraba y devoraba, o si sólo llegaría el olvido a esa playa donde moría de ti a orillas de la soledad enamorada.