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Su mirada

Su mirada me contagia de alegría, me devuelve a la vida, me enamora de la vida, me lleva por la vida, me da vida, me hace querer la vida. Ella, desde que me miró, es mi vida.

Su silencio

Al silencio le doy nuevos significados . A esa ausencia de amor correspondido la convierto en verso enamorado. Sus palabras, nunca aún dichas, se hacen canto en mi mente y se vuelven poesía. Poesía que no es otra cosa que este silencio mío enamorado que la busca.

Un hombre enamorado del amor

Me recuerdas a escondidas, pronuncias mi nombre en vano y suspiras al oírlo. Aún sueñas conmigo y nadie sabe que para mí eres el sentimiento más cercano a lo perfecto, que cada vez que pienso en ti sé que soy un hombre afortunado en el amor.

La imaginación y los sueños

A punta de sueños  creé una vida  en mi imaginación. Muchas veces me conté las historias de mis aventuras por los caminos que no recorrí, por los cuerpos que no fueron míos y las veces que imaginé despertar en brazos de las bellas mujeres que no conocí. Viví en la imaginación una vida llena de vidas. Viví como quise y no me arrepiento porque cada vez que crucé esa puerta de la imaginación fui más yo que nunca. Pero un día llegó ella, amada por la realidad y por la vida, y me sacó con una sola mirada de mi imaginación para llevarme a la suya. Entré en la ciudad secreta de sus sueños y al despertar en ellos supe que había llegado a mi destino, que ella era mi realidad.

Mi poesía

Mi poesía aún vibra con cada aleteo de tu mirada, con el recuerdo enamorado de tu piel. Mi poesía se desnuda y en ella se ven aún las huellas adoloridas de tu ausencia.

No eres la herida ni la ausencia

No eres la herida ni la ausencia ni el silencio que me acompaña, ni el dolor que me da al oír tu nombre. No eres ya mi vida ni el baile ni la risa ni el amor ni el verano o la primavera. No eres siquiera un recuerdo ni julio ni la última hora de la noche ni la estrella más brillante ni el suspiro de una muchacha. No eres ya nada mío, ni siquiera una foto perdida, más siempre serás esa diaria muerte mía de seguir amándote.

Ahora que la pasión es joven

Ahora que la pasión late en nuestros corazones, ahora que todavía nos gusta correr bajo la lluvia, ahora que aún podemos ser felices o estar tristes sin dejar de amarnos, seamos fuego en el fuego del otro. naufraguemos en el mar de los deseos para al fin ser eternos en los sueños del otro.